“No tengo leche”: ¿hipogalactia o falsa alarma? Guía completa para identificarla y aumentar la producción de forma segura

Qué es la hipogalactia o carencia de leche materna y cómo producir más leche para la lactancia materna

“No tengo leche”: ¿hipogalactia o falsa alarma? Guía completa para identificarla y aumentar la producción de forma segura

Sentir que “no tienes leche” es una de las preocupaciones más frecuentes entre las madres durante el postparto y las primeras semanas de lactancia.

La inseguridad, los comentarios del entorno o el comportamiento del bebé, que podría tener aversión al pecho, pueden hacernos pensar que algo va mal… cuando en la mayoría de los casos, el cuerpo funciona exactamente como debe.

Hoy, en este post, te explicamos, de manera sencilla y basada en la evidencia, qué es realmente la hipogalactia, cómo diferenciarla de señales normales del proceso de lactancia y qué herramientas existen para aumentar la producción de manera segura y eficaz. Además, resolveremos dudas comunes y te indicaremos cuándo es importante buscar una valoración profesional.

¿Es normal sentir que “no tienes leche”?

La mayoría de las mujeres experimentan, en algún momento de la lactancia, la sensación de no producir suficiente leche. Esta percepción suele aparecer:

  • En los primeros días, cuando el pecho todavía produce calostro.
  • Durante las fases de crecimiento del bebé o picos de demanda.
  • Cuando el bebé se muestra más inquieto o pide más pecho de lo habitual.
  • Cuando el pecho deja de sentirse tan “lleno”.

Expectativas vs. realidad en los primeros días

Es habitual esperar:

  • Pechos muy llenos.
  • Subidas de leche rápidas y evidentes.
  • Bebés que maman y se sueltan satisfechos en pocos minutos.

En ese orden de ideas, hay un aserie de motivos de por qué las mamis piensan que no tienen leche:

  • La leche parece aguada – > Nada más lejos de realidad, efectivamente gran parte de la leche está orientada a la hidratación pero contiene un porcentaje de grasa clave. El cual variará según el día o la noche, ya que por la noche el porcentaje de grasa y melatonina es mayor.
  • Síndrome de la cuna con pinchos. – > Es decir, cuando un bebé parece dormido en brazos, pero al dejarlo en la cuna llora como si tuviera pinchos. Hace que muchas mamás piensen que “no tienen leche” porque el bebé demanda más contacto y consuelo, no porque necesite más comida, lo que puede confundirse con hambre o “falta de producción”.
  • Sus bebes aguantan más de 3 horas sin comer. – > Algo completamente normal ya que dicha «recomendación» está totalmente desactualizada y algunos profesionales siguen indicándola.
  • El bebé gana poco peso según los estándares.
  • Llanto inconsolable, que podría deberse al cólico del lactante.
  • El bebé está aparentemente mucho/poco tiempo al pecho en cada toma.
  • Antecedentes familiares, como por ejemplo, su madre tampoco pudo establecer una lactancia fructífera, por lo que tienden a pensar que ellas tampoco. También hay mamis que piensan que no producen suficiente leche porque «con el anterior bebé ya le pasó»
  • Falta de confianza en un momento en el que podemos estar especialmente sensibles.
  • Ausencia de apoyo del entorno, de una tribu afín o de profesionales que acompañen.

Pero la realidad suele ser distinta:

  • El calostro es la cantidad justa y necesaria para tu bebé. Recuerda que tu cuerpo lleva preparándose 9 meses para este proceso y está adaptada a tu bebé. Es puro «oro líquido».
  • La subida puede llegar a tardar hasta una semana, dependiendo del proceso del parto, ya que no es lo mismo una inducción, parto natural, cesárea, prematuros…  Si bien es cierto, que en ocasiones, la percepción por parte de la madre de falta de subida de la leche en el puerperio inmediato podría ser una señal de hipogalactia.
  • En general, los bebés mamíferos como el tuyo, maman muchas veces para estimular la producción. Sobre todo en las «crisis de lactancia» que son fundamentales para el crecimiento.
  • Los pechos no necesitan estar duros para producir leche. Pueden parecer vacíos pero aún así producir suficiente leche con la succión.

Sentir que “no tienes leche” no significa que no sea suficiente 🤗

Qué es realmente la hipogalactia

Con tal de hacerlo sencillo que es lo que seguramente tu cuerpo y mente necesitan, partimos de esta definición:

La hipogalactia es una producción insuficiente de leche materna para cubrir las necesidades nutricionales del bebé. Puede ser:

  • Real: hay causas fisiológicas que limitan la producción.
  • Aparente: el cuerpo sí produce suficiente, pero existen señales que generan confusión.

Señales reales de hipogalactia

Te contamos algunas señales que podrían indicar que existe una hipogalactia real, pero que no pienses que es determinante, ya que cada caso es un mundo. Para confirmarlo siempre es recomendable pedir ayuda a una asesora de lactancia.

  • El bebé no gana peso adecuadamente. No recupera su peso de nacimiento a los 10 días, pierde más del 10% de peso o aumenta menos de 20gr diarios en las primeras 6 semanas.
  • Disminución de pañales mojados. Es decir, moja menos de 4 pañales al día.
  • Heces escasas, oscuras o verdosas.
  • Producciones muy bajas incluso con extracciones frecuentes y técnicas correctas. -> Esto dependerá de la calidad del sacaleches y la técnica (más abajo te contamos sobre esto). Hay veces que el sacaleches solo saca 20ml y, sin embargo, no hay ningún problema real. Puede deberse a que el aparato no ayuda a la oxitocina y por lo tanto, en ocasiones por nerviosismo, no conseguimos mucho o nada. Además de que es importante un buen motor, el embudo según el tamaño del pezón, el tiempo indicado… todo es clave y depende de cada cuál.

Algunas otras menos fiables son:

  • Tomadas muy cortas y sueño excesivo.
  • Irritabilidad persistente al pecho sin causa aparente.

Señales falsas que generan confusión

Sin embargo, hay una serie de falsos mitos extendidos a nivel popular, que podrían hacerte sentir confusión… y, no, no por mucho que puedas escucharlas en tu entorno, no son señales indicativas de falta de producción de leche.

  • Pechos blandos.
  • El bebé pide pecho muy a menudo.
  • El bebé se enfada o “se pelea” con el pezón en momentos de sobreestimulación.
  • Tomadas largas o muy cortas.
  • Periodos de mayor demanda (crisis de crecimiento).Puedes estar tranquila, estas señales forman parte del funcionamiento normal de la lactancia.

Qué valorar

  1. Peso, deposiciones, micciones y estado general.
  2. Aspecto sano y alerta. Buen tono muscular. Buena turgencia cutánea.
  3. Sospechar ingesta insuficiente si:
  • Meconio tras día 4.
  •  Heces de transición persisten a los 7 días.
  • Menos de 3 deposiciones/día a partir del 4º día.
  •  Moja menos de 4 pañales/día (6 si son de tela).
  •  Cristales de urato más allá del 5º día.
  • Orina no es pálida y diluida. (Sólo útil si no ingiere otros líquidos).

Cuáles son las causas más frecuentes de hipogalactia

1. Factores fisiológicos

  • Retención placentaria.
  • Problemas tiroideos.
  • Síndrome de ovarios poliquísticos.
  • Cirugías mamarias previas.
  • Hipoplasia mamaria (menos frecuente de lo que se cree).

2. Factores relacionados con el agarre

  • Mala posición del bebé o agarre superficial.
  • Frenillo sublingual no valorado.
  • Poco tiempo al pecho en los primeros días.
  • Rutinas muy estrictas con horarios lejos de la recomendable lactancia a demanda.

3. Factores emocionales y ambientales

  • Estrés, falta de descanso y ansiedad.
  • Comentarios inapropiados del entorno.
  • Sensación constante de presión y autoexigencia.

¿Cuándo es reversible o no la hipogalactia?

En la mayoría de los casos, sí es reversible cuando se corrigen las causas que la provocan: agarre, demanda insuficiente, técnicas de extracción o apoyo emocional.

Sin embargo, cuando existe un factor fisiológico importante, la producción puede aumentar, pero no siempre alcanza el nivel deseado.

➡ ️ Lo más recomendable es que se valore tu situación con una asesora de lactancia, para identificar la causa real y diseñar un plan personalizado.

Cómo evaluar si tu bebé está recibiendo suficiente leche

Hay una serie de indicadores objetivos de que tu bebé está bien alimentado con la lactancia materna:

  • Pañales mojados: 5–6 al día a partir del día 5 desde el nacimiento y agarre al pecho. 
  • Deposiciones amarillentas, líquidas y más o menos frecuentes.
  • Subida gradual de peso: tras la bajada inicial que experimenta tu bebé en muchos casos, recuperación hacia los 10–14 días.
  • Bebé despierto, activo y con buen tono. Todo ello teniendo en cuenta su momento vital.

Por otro lado, hay algunas señales que podrían indicar que tu bebé no está recibiendo tanta leche como necesita. Pero, nuevamente, no dictámenes por ti sola, puede ser un buen momento para pedir la opinión de una profesional de la lactancia materna.

  • Mojar muy pocos pañales (menos de los indicados en el punto anterior)
  • Somnolencia excesiva. OJO, es un bebé y es normal que duerma.
  • Peso estancado o pérdida prolongada, más allá de la habitual bajada al inicio.
  • Dolor maternal persistente por un agarre que no sea óptimo para las partes protagonistas: mamá y bebé.

Cómo aumentar la producción de leche (métodos validados)

Cuando realmente existe baja producción, alguno de estos métodos basados en evidencia, podrían ayudarte.

1. Aumento de tomas y libre demanda

Ofrecer el pecho frecuentemente es el estímulo más eficaz para aumentar la producción.

Como explica la asociación Amamanta, la succión del bebé es el estímulo principal de producción de leche, y cuando se sustituye por biberón o hay poca demanda, puede aparecer una caída aparente de producción (Amamanta, 2018).

Según el reputado pediatra Carlos González, en su artículo “Lactancia materna”, tras el parto, la producción de leche se inicia de forma progresiva y que una glándula mamaria vaciada con frecuencia es clave para mantener la producción. (Carlos González, 2016)

2. Extracción poderosa

Consiste en extraer leche en intervalos cortos durante una hora para estimular la producción.

  • Puede resultar útil cuando hay una causa corregida (agarre, frenillo, baja demanda).
  • NO es lo más recomendable si hay dolor, falta de descanso extremo o causa fisiológica no evaluada.

En cuanto a la extracción poderosa hay dos tipos:

  1. Extracción poderosa, intervención de 48h. En la que la mamá tiene que estimular los pechos cada 1 hora durante durante el primer día entero 5 minutos por pecho. Puede dejar un descanso de 3 o 4 horas por la noche. Al día siguiente deberá hacer la estimulación cada 2 horas 5 minutos por pecho. La hipogalactia quedaría confirmada si no consigue extraer más de 100ml. ->  Este tipo de intervención es muy dura, por lo que si es tu caso, te recomendamos que dispongas de apoyo experto. También es importante contar buena estabilidad mental, porque puede resultar agotador.
  2. Power pumping, es una versión más suave en la que se tiene que hacer una extracción de 1 hora al día, es decir 10 minutos por pecho, 5 descanso, 10 minutos, 5 descanso, 10 minutos, 5 minutos, 10 minutos. Hay diferentes variantes de este y dependerá de si es un sacaleches individual o doble. Esto se tiene que hacer durante 4 días, puede ser hasta 7 días.

3. Uso correcto del sacaleches

Importa más la técnica y el ajuste que la fuerza del aparato:

  • Embudo bien ajustado.
  • Ritmo adecuado.
  • Evitar sesiones muy largas o dolorosas. → En ese sentido, podrías seguir las recomendaciones del estudio citado, o bien, buscar el apoyo de tu propia asesora de lactancia.

4. Contacto piel con piel y regulación hormonal

El contacto piel con piel, además de ayudaros a generar un vínculo aún mayor, también ayuda con el aumenta la producción, ya que:

  • Regula la oxitocina, que junto con la prolactina, son las 2 hormonas que regulan la leche.
  • Favorece el agarre instintivo del bebé. Tu bebé sabe cómo hacerlo de manera innata, aunque en ocasiones una ayuda profesional sea necesaria.
  • Reduce el estrés materno, algo esencial en esta etapa del postparto en la que te estás reconociendo como “tu nueva yo”.

Mitos sobre aumentar la producción que NO funcionan

Existen una serie de recomendaciones populares o de profesionales obsoletos, que en su mayoría son poco respetuosas para las personas protagonistas de la lactancia, que como hemos adelantado son mamá y bebé, y que no funcionan.

Algunas de ellas son:

  • Tomar demasiada agua.
  • Beber cerveza.
  • “Dejar descansar el pecho para que se llene”.
  • Horarios rígidos.
  • Forzar al bebé a vaciar el pecho siempre.

Ninguno de estos métodos son recomendables para mejorar la producción y, en ocasiones, la empeoran.

FAQs sobre falta de leche y cómo mejorar la producción

¿Por qué mi pecho está blando?

Porque se regula a las necesidades del bebé. No significa que produzcas menos.

¿Mi bebé llora después de mamar, es por falta de leche?

No siempre. Puede ser cansancio, gases o sobreestimulación.

¿Puedo mezclar lactancia materna y artificial sin perder producción?

Sí, si se hace de forma respetuosa y manteniendo estímulos suficientes al pecho.

¿Cuánto tarda en aumentar la producción al aplicar técnicas correctas?

Entre 48 horas y 7 días, dependiendo de la causa y de cada persona. 

Una vez más, el apoyo continuado por parte de una asesora de lactancia, no solo te hará sentir más acompañada, sino a relativizar estas afirmaciones.

Cuándo pedir ayuda profesional

Durante el post te hemos dado algunas pistas de cuándo podría resultar útil contar con el respaldo de una asesora de lactancia que pueda valorar tu situación específica… y, ahora, vamos a concretar con tal de ayudarte a dar el paso.

Es más que recomendable que busques ayuda profesional si:

  • Experimentas un dolor persistente al dar el pecho.
  • Tienes una producción muy baja pese a los estímulos adecuados.
  • Sospecha del frenillo de tu bebé que le esté impidiendo mamar bien.
  • Tu bebé que no gana peso a un ritmo dentro de la normalidad.
  • Sientes una sensación continua de inseguridad o frustración, pues el apoyo emocional también podría ser la clave.

Cómo te puede ayudar una asesora en lactancia o IBCLC 

Una IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant, o en español:

Consultora Internacional Certificada en Lactancia Materna) es la máxima certificación profesional a nivel mundial. Tanto esta figura como la de una Asesora de Lactancia pueden ser un gran apoyo para:

  • Evaluar el agarre, postura y anatomía.
  • Identificar si hay causas reales de déficit de leche.
  • Diseñar un plan de lactancia totalmente personalizado.
  • Acompañarte emocionalmente en este apasionante e intenso proceso.
  • Ayudarte a hacer oídos sordos de consejos desactualizados que pudieran empeorar la situación.

En resumen

La sensación de “no tener leche” es común, pero en muchos de esos casos, la producción es suficiente.

La clave está en comprender cómo funciona la lactancia, diferenciar señales reales de falsas alarmas y, cuando sea necesario, aplicar herramientas que sí aumentan la producción de forma segura.

Y si tienes dudas, no estás sola: una valoración profesional puede ayudarte a disfrutar de una lactancia más tranquila, informada y conectada con tu bebé.

En AIRe podemos asesorarte sobre temas de lactancia y muchos otros que surgen durante el postparto y la crianza. ¿Hablamos? Estaremos encantadas de poder ayudarte.