Calma en acción: estrategias de regulación sensorial y emocional en TEA

Regulación sensorial

Calma en acción: estrategias de regulación sensorial y emocional en TEA

La vida cotidiana de los niños y niñas con trastorno del espectro autista (TEA) puede estar marcada por retos relacionados con cómo procesan el entorno. Sonidos, luces, texturas o movimientos que para la mayoría pasan desapercibidos, en ellos pueden generar sobrecarga. En estos casos, la integración sensorial TEA es clave para favorecer su bienestar y su desarrollo, así como para acompañar a sus familias y/o a las PATIS.

En AIRe Valencia Infantil, nuestras profesionales especializadas en terapia ocupacional abogan por un enfoque que combina conocimiento riguroso y calidez humana: acompañar desde la empatía, con herramientas prácticas que ayudan a que la calma se convierta en acción.

Comprender las bases: sistema nervioso y sentidos

Antes de hablar de estrategias, conviene entender cómo funciona el sistema nervioso en relación con la integración sensorial. Los sentidos no son solo los cinco clásicos. A los canales olfativo, auditivo, gustativo, visual y táctil, se suman dos fundamentales en niños con TEA:

  • Vestibular: relacionado con el equilibrio y la orientación espacial.
  • Propioceptivo: informa sobre la posición y la fuerza de las diferentes partes del cuerpo en el espacio.

Cuando el cerebro no logra modular la información sensorial, pueden aparecer problemas de procesamiento: respuestas exageradas, falta de respuesta o dificultades para discriminar estímulos. Esto se traduce en lo que algunas personas describen como “rabietas”, que en realidad suelen ser desregulaciones o crisis sensoriales.

Detectar la sobrecarga sensorial

La detección temprana es el primer paso para acompañar con éxito. Y, en ese sentido, cabe considerar algunas señales de alerta:

  • Rechazo al contacto físico.
  • Taparse los oídos ante ruidos comunes.
  • Molestia con luces brillantes.
  • Miedo a columpios o escaleras.
  • No reacciona al dolor o a ruidos fuertes.
  • Se mueve con brusquedad o busca estímulos intensos.
  • Come alimentos con sabores fuertes sin problema.

Saber diferenciar una rabieta conductual de una crisis sensorial es crucial. La primera es intencional y responde a demandas del entorno. La segunda es una reacción neurológica involuntaria que necesita acompañamiento, nunca castigo.

Estrategias de prevención desde la integración sensorial

Una parte esencial de la terapia de integración sensorial consiste en prevenir situaciones de sobrecarga. Para ello, proponemos:

1. Adaptación del entorno

La adaptación debe ser individualizada, basada en la observación del patrón sensorial de cada niña o niño. No obstante, en líneas generales, podemos partir de algunas premisas:

  • Reducir ruidos de fondo o usar protectores auditivos.
  • Evitar luces fluorescentes parpadeantes, priorizando luz natural o cálida.
  • Delimitar espacios de juego, trabajo y descanso.
  • Crear un rincón de calma con cojines, mantas y materiales sensoriales.

2. Uso de apoyos visuales

Las agendas visuales y las historias sociales ayudan a anticipar rutinas, reduciendo la incertidumbre y fomentando la autorregulación.

3. Estrategias anticipatorias

Observar el patrón de alerta individual de cada niño permite adelantarse a los momentos de sobrecarga y actuar antes de que se produzca una crisis.

Intervención durante la crisis: la calma como acción

Cuando llega la crisis, lo más importante es mantener la calma y convertirse en un adulto co-regulador. 

En ese sentido, algunas estrategias individualizadas ofrecidas por un terapeuta ocupacional pueden ser:

  • Crear un entorno seguro y predecible: rutinas visuales, zona de calma, temporizadores.
  • Presión profunda: abrazos apretados (si son aceptados), mantas con peso o lastres.
  • Estimulación vestibular suave: balanceo lineal con columpios, pelotas de pilates o movimientos controlados.
  • Respiración y técnicas de autorregulación: botellas sensoriales, meditaciones guiadas, fidgets.
  • Estrategias visuales: semáforos emocionales, paneles de opciones, llaveros de comunicación rápida.

En paralelo, es fundamental validar la emoción del niño, mostrar aceptación y acompañar desde la escucha activa.

La integración sensorial desde la terapia ocupacional

La integración sensorial en terapia ocupacional no solo aborda la regulación de estímulos. También busca potenciar la autonomía, mejorar la comunicación y favorecer que cada niño o niña pueda participar en su vida cotidiana con mayor plenitud.

En AIRe Valencia, este enfoque no se limita al trabajo clínico. También lo compartimos con otros profesionales —como las PATIS— a través de formaciones y acompañamiento especializado. Creemos en sumar miradas y construir red, porque el bienestar de los más pequeños es una tarea colectiva.

👉 Puedes leer más sobre nuestro trabajo en AIRe Infantil y en nuestro blog de rehabilitación funcional.

 

Conclusión

“Calma en acción” no es solo un título, es una filosofía. Desde AIRe Valencia Infantil defendemos que el acompañamiento a niños con TEA debe ser riguroso, empático y compartido.

La integración sensorial TEA, unida a la regulación emocional, permite que cada pequeño avance hacia un mayor bienestar y que las PATIS y las familias dispongan de herramientas reales para el día a día.

Porque acompañar desde el conocimiento es la mejor forma de transformar los momentos más desafiantes en oportunidades de crecimiento.

 

Preguntas frecuentes (FAQs)

  1. ¿Qué es la integración sensorial en TEA?
    Es la capacidad del cerebro para organizar y dar sentido a los estímulos recibidos a través de los sentidos. En TEA, puede estar alterada y requerir intervención terapéutica.
  2. ¿Cómo saber si mi hijo tiene trastorno de integración sensorial?
    Algunas señales son hipersensibilidad a ruidos o luces, rechazo a ciertas texturas o, por el contrario, búsqueda constante de estímulos intensos. Aunque siempre será necesaria la valoración previa por parte de un Terapeuta Ocupacional.
  3. ¿La regulación sensorial TEA se trabaja solo en consulta?
    No. Se complementa con estrategias en casa, en la escuela y en entornos comunitarios, siempre adaptadas al perfil sensorial de cada niña o niño.
  4. ¿Qué diferencia hay entre una rabieta y una crisis sensorial?
    La rabieta es una conducta aprendida; la crisis sensorial es una reacción neurológica involuntaria ante sobrecarga de estímulos.

5. ¿Qué profesionales pueden ayudar en la terapia de integración sensorial?
Principalmente terapeutas ocupacionales formados en integración sensorial, en coordinación con psicólogos, logopedas y educadores.